jueves, 21 de junio de 2012

Río + 20 el futuro que queremos


del 20 al 22 de Junio del 2012
Para esta Conferencia de las Naciones Unidas se han destacado siete (07) áreas que requieren atención prioritaria:
  1. puestos de trabajo decentes
  2. la energía
  3. las ciudades sostenibles
  4. seguridad alimentaria
  5. la agricultura sostenible
  6. el agua y los océanos y
  7. preparación para casos de desastre.
Empleo:
Los problemas económicos en el mundo a ha hecho mella en la cantidad y la calidad de los empleos. La acción económica y las políticas sociales para crear un empleo remunerado son fundamentales para la cohesión social y la estabilidad. También es crucial que el trabajo este orientado a las necesidades del entorno natural.

Energía:
La energía es fundamental para casi todos los grandes retos y la oportunidad que el mundo enfrenta hoy.Ya se trate de puestos de trabajo, seguridad, cambio climático, la producción de alimentos o aumentar los ingresos, el acceso a la energía para todos es esencial. La energía sostenible es necesario para el fortalecimiento de las economías, la protección de los ecosistemas y lograr la equidad.

Ciudades:
Las ciudades son centros de ideas, el comercio, la cultura, la ciencia, la productividad, el desarrollo social y mucho más.Las ciudades han permitido a las personas avanzar social y económicamente. Sin embargo, existen muchos retos para mantener las ciudades de una manera que sigue creando empleo y prosperidad sin esfuerzo de la tierra y los recursos. Los desafíos comunes de la ciudad incluyen la congestión, la falta de fondos para proveer servicios básicos, la escasez de viviendas adecuadas y degradación de la infraestructura. Los desafíos que enfrentan las ciudades se pueden superar de una manera que les permitan seguir para prosperar y crecer, al tiempo que mejora el uso de recursos y la reducción de la contaminación y la pobreza.

Alimentos:
Es hora de repensar la forma en que crecen, comparten y consumen los alimentos.Si se hace bien, la agricultura, la silvicultura y la pesca puede proporcionar alimentos nutritivos para todos y generar unos ingresos decentes.En este momento , nuestros suelos, agua dulce, océanos, bosques y la biodiversidad se están degradando rápidamente. El cambio climático está poniendo aún más presión sobre los recursos de los que dependemos. Un cambio profundo de la hábitos de consumo mundial y el sistema de la agricultura es necesario. El sector de la alimentación y la agricultura ofrece soluciones clave para el desarrollo y es un eje central para la erradicación del hambre y la pobreza.

Agua:
El agua limpia y accesible para todos es parte esencial del mundo que queremos para vivir, hay suficiente agua dulce en el planeta para lograr este sueño. Sin embargo, debido a la mala economía o la mala infraestructura, cada año millones de personas, la mayoría de ellos niños, mueren a causa de enfermedades asociadas con el suministro inadecuado de agua, saneamiento e higiene. La escasez de agua, mala calidad del agua y el saneamiento inadecuado incide en la seguridad alimentaria. La sequía afecta a algunos de los países más pobres del mundo, empeorando el hambre y la desnutrición. En 2050, por lo menos uno de cada cuatro personas es probable que vivan en un país afectado por la escasez crónica o recurrente de agua dulce.

Océanos:
Los océanos como un sistema de transmisión global hace que la Tierra sea habitable para la humanidad. El agua de lluvia, agua potable, tiempo, clima, costas, gran parte de nuestros alimentos, e incluso el oxígeno en el aire que respiramos, son en última instancia y siempre regulada por el mar. A lo largo de la historia, los océanos y mares han sido conductos vitales para el comercio y el transporte. El manejo cuidadoso de este recurso mundial esencial es una característica clave de un futuro sostenible.

Desastres:
Los desastres causados por terremotos, inundaciones, sequías, huracanes, tsunamis y otros, pueden tener efectos devastadores sobre las personas, los ambientes y las economías. Sin embargo, la resiliencia - la capacidad de las personas y los lugares para resistir estos impactos y recuperarse rápidamente - sigue siendo posible. Decisiones inteligentes nos ayudan a recuperarse de los desastres, mientras que las malas decisiones nos hacen más vulnerables. Estas opciones se refieren a la forma en que cultivamos nuestros alimentos, dónde y cómo construir nuestras casas, cómo funciona nuestro sistema financiero, lo que enseñamos en las escuelas y mucho más. Un futuro inteligente significa planificar con anticipación y mantenerse alerta.

Es grande el reto y las soluciones requieren de acuerdos globales. Debemos de hacernos algunas preguntas también cada uno de nosotros:
  • Que papel nos toca desempeñar, las instituciones, las empresas, las organizaciones el poblador común?
  • Cómo participamos de estos cambios?
  • y responder: ¿Cual es el futuro que queremos?

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