sábado, 29 de enero de 2011

Comprar, tirar, comprar ..... deteriorar



La reducción deliberada de la vida útil de un objeto para incrementar su consumo nos lleva a un deterioro acelerado de nuestro medio ambiente. En el excelente video preparado por Joan Úbeda y Cosima Dannoritzer, productor y directora del documental, podremos apreciar a que nos lleva ese consumismo, documentando los conceptos de la Obsolescencia Programada.

Destacamos el concepto vertido que LA NATURALEZA NO PRODUCE RESIDUOS, SOLO NUTRIENTES. 

¿Será posible llevar ese ciclo virtuoso de la naturaleza a la producción industrial?

El video muestra un ejemplo de una fábrica de telas para muebles que cambian sus insumos tóxicos a menos de 30 todos ellos biodegradables que resultarían inocuos para el hábitat. Si una sociedad produce nutrientes, los productos de vida corta se convierten en algo nuevo.

Si los transportistas pagaran el costo real del transporte, sin mencionar que el petróleo es un recurso no renovable, seguro que el costo real se elevaría en 20 ó 30 veces más. No hay un mundo ecológico y un mundo de negocios, el mundo es uno solo, donde el negocio y la sostenibilidad debe ir de la mano y debe ser considerada esta como la mejor base del negocio. 

Si la felicidad dependiera del nivel de consumo, deberíamos ser absolutamente felices, por que consumimos 26 veces más que en tiempo de Marx. Estudios últimos que pretender medir el Índice de Felicidad de los países no indican que los países más industrializados sean los más felices, por el contrario, entre los más felices se encuentran países Colombia, Costa Rica, Panamá, Cuba, Honduras entre otros. Perú ocupa el puesto 33, nada despreciable. Estados Unidos, caso contradictorio aparece en el puesto 150 de 178 países.

Transcribimos la visión de Ghandi:

El mundo es suficientemente grande para satisfacer la necesidad de todos
Pero siempre será pequeño para la avaricia de algunos

Llevado el tema al uso de nuestros recursos hídricos, por que seguimos usando el agua de una manera deficiente, sin pensar en nuestras generaciones futuras, si el agricultor promedio pagara el valor real del agua que consume, de seguro que no sería los 05, 25 o 30 soles que paga en algunas Comisiones de Regantes o los 180 soles o 200 soles que paga en otras con sistemas de riego regulados. Hay un tema de Servicios Ambientales que no consideramos dentro de los costos de producción pero que poco a poco debemos de ir introduciendo.

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