Tomado del 3er Informe de las Naciones Unidades sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo
La cantidad de agua dulce en la Tierra es limitada,pero los ciclos naturales de congelación y descongelación, las fluctuaciones en las precipitaciones, los patrones de escorrentías y los niveles de evapotranspiración han provocado cambios en su distribución. A estas causas naturales se han añadido nuevas y continuadas actividades humanas que han acabado convirtiéndose en los principales “motores” de presión sobre los sistemas hídricos de nuestro planeta. Estas presiones suelen ir ligada al desarrollo humano y al crecimiento económico.
A lo largo de la historia ha existido un fuerte vínculo entre el desarrollo económico y el desarrollo de los recursos hídricos. Numerosos ejemplos ilustran hasta qué punto el agua ha contribuido al desarrollo económico y cómo el desarrollo se ha traducido en un mayor uso del agua. El precio a pagar por dichos beneficios ha sido muy alto y en algunos lugares ha aumentado la presión sobre el medio ambiente y la competencia entre los consumidores.
La necesidad que tenemos del agua para satisfacer nuestras necesidades básicas y la búsqueda colectiva para alcanzar un mayor nivel de vida, unida a la importancia del agua para los frágiles ecosistemas de nuestro planeta, hacen de este elemento un recurso natural único. Importantes decisiones que afectan la gestión del agua son tomadas fuera del sector hídrico y suelen ser provocadas por motores externos impredecibles –demografía, cambio climático, economía global, cambios en los valores y normas sociales, innovación tecnológica, leyes, costumbres y mercados financieros. Muchos de estos motores externos son dinámicos y evolucionan a un ritmo vertiginoso. Los desarrollos fuera del ámbito del agua influencian las políticas y las estrategias de gestión de los recursos hídricos.
Las decisiones en otros sectores y aquellas que afectan al desarrollo, al crecimiento y al modo de subsistencia deben incorporar el agua como un componente integral e incluir respuestas al cambio climático, a los desafíos en el ámbito energético y alimentario y a la gestión de desastres. El análisis de estos problemas conduce a un conjunto de respuestas y recomendaciones encaminadas a la acción que incorpora la contribución del agua al desarrollo sostenible.
Salir del ámbito del agua. Cómo incorporar el agua en las decisiones sobre el desarrollo sostenible
En los medios de comunicación actuales abundan las referencias a las crisis provocadas por el cambio climático, el suministro y los precios de la energía y de los alimentos y la inestabilidad de los mercados financieros. Estas crisis globales están relacionadas entre sí y con la gestión de los recursos hídricos, y surgen en un contexto de pobreza continuada de una gran parte de la población mundial. Si no se resuelven, pueden llegar a aumentar la inseguridad política y propiciar la aparición de conflictos a nivel local y nacional.
- La idea del sector hídrico como un mundo cerrado debe cambiar. Los líderes del sector hídrico –del suministro de agua y saneamiento, energía hidroeléctrica, irrigación y control de las inundaciones– son conscientes desde hace tiempo que el agua es esencial para el desarrollo sostenible, pero no toman decisiones para desarrollar objetivos y repartir los recursos humanos y económicos necesarios a fin de alcanzar dichos objetivos. Los líderes gubernamentales, el sector privado y la sociedad civil son los que toman o influencian estas decisiones y los que deben aprender a reconocer el papel fundamental que juega el agua para alcanzar sus objetivos.
- El agua es crucial para alcanzar un desarrollo sostenible y cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Una gestión adecuada de los recursos hídricos es fundamental para el crecimiento, el desarrollo social y económico, la reducción de la pobreza y la igualdad, los cuales son aspectos esenciales para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio
- El agua guarda una estrecha relación con las crisis del cambio climático, del suministro y los precios de la energía y los alimentos y de la inestabilidad de los mercados financieros. Si no se reconoce este vínculo y no se toman medidas para resolver las crisis del agua que se suceden en diferentes partes del mundo, los problemas mencionados anteriormente se acentuarán y las crisis hídricas a escala local empeorarán hasta convergir en una crisis global que aumentará la inseguridad política y los conflictos en distintos niveles.
Los especialistas y los administradores de los servicios de suministro de agua y saneamiento, energía hidroeléctrica, irrigación y control de las inundaciones hace tiempo que son conscientes de ello, pero suelen tener una perspectiva sectorial y limitada que les impide tomar las decisiones adecuadas sobre el agua. Tampoco adoptan medidas encaminadas al desarrollo de objetivos y recursos económicos para poder alcanzar otros objetivos más amplios.
Es hora de actuar. Las vidas y el sustento de muchas personas dependen del agua para su desarrollo. Tras décadas de inacción, los problemas se han agravado considerablemente y no harán más que empeorar si no se toman medidas. A pesar de que los desafíos son considerables, no por ello dejan de tener solución.
El Informe incluye varios ejemplos que ilustran cómo algunos países y gobiernos regionales y locales han sido capaces de enfrentarse a desafíos similares. Los líderes del sector del agua y los responsables de la toma de decisiones que se encuentran fuera de este ámbito deben trabajar de forma conjunta para resolver estos desafíos, conscientes de los vínculos existentes entre los recursos hídricos y las crisis que se producen alrededor del mundo y entre los recursos hídricos y el desarrollo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario